viernes, 8 de diciembre de 2006

Los cantes A a la Z..... A,B,C y D


Paca la Canastera
Relación de Palos.
Aceituneras
Procedencia : Jaén
Cante campero procedente del folclore andaluz, que se hacía durante la época de la recogida de la aceituna. Se cree que no es un cante exclusivamente andaluz, aunque su similitud con la toná contradice esta teoría. Es un cante propio de la provincia de Jaén y guarda gran parecido con la trillera, la arriera y la aceitunera.
Alboreá
Procedencia : Palos comunes a todas las provincias
Cante de procedencia gitana, con copla de cuatro versos hexasílabos y un estribillo. Es uno de los estilos mayor guardados por esta etnia, aunque en los últimos tiempos, cantaores como Rafael Romero "El Gallina" y Joselero de Morón no han dudado en interpretarlo. La razón de este celo de los gitanos se debe a que es una melodía propia de sus ritos nupciales y sus letras más divulgadas hacen referencia a la virginidad de la novia. Se suele adaptar a los tiempos de la soleá por bulerías. Predominan en Sevilla y Cádiz, pero también se dan en toda Andalucía y algunas zonas de Extremadura.
Alegrías
Procedencia : Cádiz , Córdoba Cante con copla de cuatro versos octosílabos que pertenece al grupo de las cantiñas. Nació como cante bailable y está formado por una sucesión de coplas entre las que se suelen intercalar los llamados juguetillos. Es un estilo eminentemente gaditano aunque se localiza una versión muy peculiar en Córdoba. Está emparentado con la antigua jota de Cádiz. El baile es de difícil ejecución y se caracteriza por tener unas escobillas muy remarcadas y una parte sosegada llamada "silencio". En él se vocaliza el tradicional "tirititrán", que según Chano Lobato fue inventado por Ignacio Espeleta durante una fiesta en la que se le olvidaron las letras. Como grandes intérpretes de este género la historia ha dejado a Aurelio Sellés, Pericón de Cádiz, Fosforito, la Perla o Camarón.
Arrieras
Procedencia : Jerez de la Frontera
Cante campero procedente del folclore andaluz, que se hacía durante el trabajo de trilla en las gañanías andaluzas al son del cascabeleo de los mulos. Hay quien piensa que no es un cante exclusivamente andaluz, si bien su similitud con la toná, ya que tampoco lleva acompañamiento musical, podría contradecir esta teoría. Están muy extendidos por la zona de Jerez y guarda gran parecido con la trillera y la aceitunera.
Bamberas
Procedencia : Sevilla
También conocido como "cante del columpio", por sus pronunciados vaivenes melódicos. Es un cante con copla de cuatro versos octosílabos. Su procedencia es claramente folclórica y es uno de los más claros ejemplos de aflamencamiento que existen, pues fue la Niña de los Peines quien le dio la forma que tiene actualmente. En realidad Pastora recogió varias letras de estas canciones populares y les dio carácter flamenco ajustándolas al compás de fandangos, y no al de soleá, como se ha escrito en muchas ocasiones. Fueron Naranjito de Triana y Paco de Lucía quienes cambiaron el concepto de este cante y respetando la melodía de Pastora cambiaron los tiempos a los de la soleá por bulerías. Hoy día es éste el compás al que se ejecuta y se acompaña por arriba siendo su remate en tonos menores.
Bandolás
Procedencia : Málaga
Modalidad de fandango abandolao propia de la sierra de Málaga y una de las más antiguas que se conocen. Su nombre podría proceder del del instrumento con el que se acompañaba, la bandolina, o de sus letras referentes a bandoleros.
Bulerías
Procedencia : Cádiz , Sevilla
Cante con copla, por lo general, de tres o cuatro versos octosílabos, de carácter festero y bullicioso cuya procedencia etimológica podría estar en la palabra burla, y de ahí "burlería". Está datado a finales del siglo XIX y nace de la soleá, palo del que toma el compás para aumentarle el ritmo. Dentro de este cante se pueden distinguir dos variantes: las bulerías para bailar, que presentan una gran multitud de estilos, y las bulerías al golpe, creadas más para escuchar y también llamadas bulerías por soleá, palo que para algunos expertos es anterior a la propia bulería. Muchos atribuyen su creación al Loco Mateo y al Gloria, que bien pudieron ser los padres de la bulería por soleá, pero los grandes impulsores de este cante fueron los sevillanos Manuel Vallejo y La Niña de los Peines. No obstante, la bulería cuenta con variadísimos estilos, como los de Cádiz –en tonos mayores-, los de Jerez –tonos modales- o los cuplés –tonos menores-, siendo estas variantes magistralmente interpretadas por la Perla de Cádiz, Terremoto de Jerez y la Fernanda de Utrera, respectivamente.
Cabales
Procedencia : Cádiz , Sevilla
Cante del grupo de la seguiriya con coplas de cuatro versos octosílabos. Se atribuye su creación a El Fillo, que pudo haberle puesto el nombre después de que un señorito le pagara tan poco por hacer el cante que el artista le respondió: "yo he cantao por cabales y esto no es cabal". Se diferencia de la seguiriya por su entonación, ya que se realiza sobre tonos mayores. Los estilos más conocidos son los de Silverio y El Pena.
Campanilleros
Procedencia : Sevilla
Cante con copla de seis versos asonantados, siendo el primero, tercero y quinto decasílabos, y el segundo y cuarto dodecasílabos. Es un cante de origen popular que se hacía durante el llamado Rosario de la Aurora. Pero su transformación al flamenco tiene un momento claro. El jerezano Manuel Torre escuchó ese cante en una fiesta de Andrés Martínez de León al galeno onubense Jesús Centeno. El cantaor se quedó con la copla y una noche en El Fontanal (Sevilla), junto al Niño Ricardo, el torero Niño de Palma, el Gloria y Rebollo pidió al guitarrista que pusiera la cejilla al tres y recordando lo que había escuchado en la fiesta, interpretó la versión que hoy se conoce como flamenca. Otros grandes ejecutantes de este cante navideño fueron La Niña de la Puebla y Juan Varea.
Canasteras
Procedencia : San Fernando
Este cante es una creación de Camarón de la Isla y Paco de Lucía. Tomando la estructura de los fandangos, los dos genios gaditanos hicieron una versión claramente diferenciada que no se ha vuelto a escuchar tras la muerte del isleño. No obstante, en una de las dos grabaciones que hicieron de este cante, está etiquetado como alboreá. Cantiñas Procedencia : Utrera , Écija Nombre genérico que agrupa a los caracoles, mirabrás, romeras y alegrías. Este cante es natural de Cádiz y los puertos de su Bahía, aunque también existen estilos, como el del Pinini, asentados en localidades como Utrera y Lebrija. Son coplas generalmente cortas y supuestamente emparentadas con la antigua jota de Cádiz. Se ejecutan al mismo compás que las bulerías o la soleá pero melódicamente se estructura sobre tonos mayores.
Caracoles
Procedencia : Sanlúcar de Barrameda
Cante cuya copla consiste en una serie de estrofas, con versos de diferentes medidas. Pertenece al grupo de las cantiñas y melódicamente está muy próximo a las alegrías y, en algunos tercios, al mirabrás. Apenas deja lugar a la improvisación, ya que al contrario que con otras cantiñas, en los caracoles la letra cuenta una historia larga, por lo que no se pueden ir entremezclando estrofas según se le vayan ocurriendo al cantaor. Su origen etimológico radica en que probablemente este cante lo creó alguien para pregonar caracoles. José Blas Vega se lo atribuye a Tío José el Granaíno. Carceleras Procedencia : Jerez de la Frontera Cante con copla de cuatro versos octosílabos entroncado en el grupo de las tonás. Tiene un gran parecido con el martinete hasta tanto en que sólo se diferencia de éste por las letras, que en el caso de la carcelera siempre hacen alusión a las prisiones, los trabajos forzados, a los condenados...
Cartagenera
Procedencia : Almería
Cante de cuatro o cinco versos octosílabos que pertenece al grupo de los de Levante, y dentro de éste, a los de las minas. Su origen podría estar en un antiguo fandango folklórico de Cartagena, aunque también hay dos teorías que difieren de esta última. La primera de ellas es la que atribuye el cante a Concha la Peñaranda, también conocida como la Cartagenera. Sin embargo, muchos expertos creen que el padre de este estilo es el Rojo el Alpargatero, por lo que en este caso el cante sería de procedencia almeriense. Actualmente existen dos tipos de cartagenera: la clásica, que parte de tonos menores, y la de Chacón, de complejísima melodía.
Caña
Procedencia : Ronda
Cante con copla de cuatro versos octosílabos que riman en el segundo y el cuarto. Se trata de un estilo largo emparentado con la soleá que se remata con un macho de difícil ejecución. Se caracteriza por la presencia de unos "ayes" al final de cada copla y algunos teóricos lo consideran como tronco de muchos cantes. Actualmente es un palo que se ha resumido al baile creado por Carmen Amaya en los años 30. En cuanto a las letras, hay muy poca variedad y la frase "arsa y viva Ronda" puede dar un dato importante sobre su procedencia. Se acompaña a la guitarra con compás de soleá por arriba.
Chuflas
Procedencia : Cádiz Véase bulerías.
La única diferencia con éstas está en la comicidad de las letras.
Colombianas
Procedencia : Sevilla
Cante con giros procedentes del folclore hispanoamericano gestado por José Tejada Martín, Pepe Marchena, que además de su creador ha sido su principal intérprete. Marchena inventó este cante junto a Hilario Montes tomando como base la rumba española y lo hizo por primera vez en público en compañía del cantaor madrileño Niño de la Flor. La copla es de seis versos octosílabos, de los que el artista suele repetir los dos primeros a modo de estribillo. En opinión de José Blas Vega al estudiar los estilos de ida y vuelta "hacia 1930 aparece también un nuevo estilo, la colombiana, motivada más por una canción que por el influjo folclórico que pueda venir de Colombia".
Corrido gitano
Procedencia : Cádiz , Sevilla Llamado también corrida.
Es un cante sin acompañamiento musical, como las tonás, procedentes de los romances populares andaluces, por lo que muchos estudiosos lo han catalogado como el más antiguo de los palos flamencos y padre de las citadas tonás. En "La gitanilla" de Cervantes ya se hace mención a este estilo, por lo que según Blas Vega, "los romances permanecían ya en el alma popular a lo largo de todo el siglo XV". Estos cantos seguidos y monorrimos no son aceptados por la clase alta, de manera que se desperdigan entre la gente del pueblo llano, surgiendo los romances plebeyos. En este ambiente surgen el Romance de Gerineldos, el del Ciego la Peña y el de La Princesa Colinda, que podrían tener ascendencia morisca, pues según las explicaciones de Washington Irving, "son tonadas rudas sencillas de escasas inflexiones. Las cantan en alta voz con largas y pronunciadas cadencias". Han pasado a la historia como cultivadores de este estilo El Planeta, Chiclanita, El Negro –Romance de la Monja-, El Chozas, Pepe de la Matrona y Agujetas el Viejo.
Debla
Procedencia : Sevilla En caló significa Diosa.
Parte del tronco de la toná, por lo que es un cante sin guitarra. Su melodía requiere una ornamentación melismática más abrupta que la de los demás cantes del grupo. Hay múltiples teorías sobre los orígenes que la debla. La más antigua de ellas afirma que es una creación de un cantaor llamado Blas Barea, pues al final de las coplas siempre se decía "deblica barea". Sin embargo, se cree que esta versión desaparció y lo que hoy conocemos como debla es un cante que Tomás Pavón rescató de la cava de los gitanos de Triana, algo que le llevó a enemistarse con otros cantaores de su etnia, como Juan Talega.

FLAMENCO... sus origenes

EL CANTE FLAMENCO
Se llama flamenco a todos los cantes, ritmos y bailes creados en Andalucía por los gitanos, que refundieron los elementos del folclore morisco, árabe, andaluz, oriental de Andalucía con elementos traídos por los gitanos desde el Pakistán, pasando por Palestina y Egipto.
Denominación.-
El flamenco es el nombre para todas las modalidades de este folclore de Andalucía de origen más o menos gitano-morisco. La palabra flamenco no implica jerarquía ni valoraciones. Las denominaciones de cante grande, cante jondo, cante chico, etc. son valorativas. Etimología En el siglo XVI significaba flamenco habitante de los Países Bajos [Niederlande]. Referido al folclore andaluz aparece este nombre a partir del 1836 y significa gitano. Hasta el reinado de Carlos III, los gitanos no gozaban de derechos civiles, la palabra gitano era negativa y denigrante. El nombre de flamenco para gitano era una forma de evitar la palabra gitano. En el argot del siglo XVIII-XIX gitano significaba ‘farruco, pretencioso, fanfarrón, „echao p’lante“ [Draufgänger]’.
Hoy se dice todavía „no te pongas flamenco“. Origen del flamenco Hasta 1850 nadie cantó flamenco en Andalucía, a no ser gitanos. Los cantos del tiempo del reinado de Fernando VII eran cantos andaluces: fandangos, rondeñas, peteneras, etc.
El canto gitano vivía encerrado en un ambiente hermético, sacral, privado. Las coplas andaluzas estaban emparentadas con el folclore castellano y morisco. Típico de estos cantos era el acompañamiento de „rondalla“ y la interpretación „ad libitum“.
El cante gitano.- El cante gitano se caracterizaba por su sobrio acompañamiento. Muchas veces se cantaba „a palo seco“, sin acompañamiento. La apoteosis del cante eran las bodas, y en ellas no entraron las guitarras hasta el siglo XX. Las letras o textos tratan la propia vida, la autobiografía cantada en primera persona. Eran para cantar en el ámbito familiar. El canto gitano canta las vivencias inmediatas sin generalizaciones afectivas o éticas. Las letras gitanas no son melodramáticas, sino auténticamente vividas y expresadas de forma directa.
El cante andaluz.- Las letras del cante andaluz eran más literarias, pretenciosas y expresaban sentimientos comunes. Eran versiones populares de poesías cultas, y a veces procedían del teatro y de la zarzuela [especie de opereta española]. Este dualismo entre cante gitano y cante andaluz se fue atenuando con el tiempo y dio, a través de influencias mutuas, el hoy llamado cante flamenco.
Los gitanos.- El nombre de gitanos viene de adjetivo egipcianos o procedentes de Egipto. También se les llamó entonces grecos o cíngaros. Pero el verdadero país de origen es el Pakistán o la India. No sabemos, sin embargo, de qué región de la India vienen exactamente. Probablemente de la región montañosa del norte de la India: Kush y el Punjab. De aquí partieron en gran oleada migratoria hacia el siglo IX después de Cristo. Las migraciones gitanas en Europa son del siglo XIV-XV. Se asentaron durante siglos en Grecia, desde donde irradiaron hacia la Península Balcánica. Un grupo siguió hacia el centro de Europa y penetró por los Pirineos, llegando a Barcelona hacia 1447. Otro grupo llega también en el siglo XV a Andalucía procedente del Norte de África. Estos gitanos que llegaron a Andalucía fueron bien acogidos e incluso protegidos por la nobleza española. Era un pueblo de herreros, con fama de magos con relaciones con potencias infernales, típicas de los pueblos herreros. Esta profesión de herreros y magos causó naturalmente el recelo de los pueblos agrícolas. Los gitanos en España Desde su entrada durante el reinado de los Reyes Católicos, los gitanos vivieron marginados socialmente y perseguidos. Hasta el reinado de Carlos III en el siglo XVIII no adquirieron derechos de ciudadanía y legitimidad jurídica. Sin embargo, hay que decir que Andalucía nunca les fue adversa. Allí fueron bien acogidos debido a que en la región que constituye aún hoy el triángulo del verdadero flamenco: Sevilla, Jerez de la Frontera y Cádiz, vivían entonces muchos moriscos que no habían sido expulsados de España. Allí se fueron asentando los gitanos. Cuando llegaron los gitanos, esta región estaba habitada por fuertes grupos de moriscos (mudéjares convertidos al cristianismo a la fuerza y luego expulsados en el 1609). Entre estos moriscos encontraron los gitanos una buena acogida. Así encuentran los gitanos en Andalucía un pueblo alegre, hospitalario, sin prejuicios culturales y con una tradición milenaria. Andalucía había sido invadida por muchos pueblos ve- nidos del Oriente, de modo que los gitanos eran restos de las culturas orientales que habían conocido en su peregrinar desde la India. Parece que a su llegada a España, les causó una gran admiración la música moruna.
El folklore andaluz.- Hay muchos testimonios en la Antigüedad de la nativa actitud andaluza para cantar y bailar. Fuentes muy antiguas nos dan testimonio de la vocación musical de los andaluces. Los autores romanos Juvenal y Marcial describen el arte de las muchachas de Gades (Cádiz) para bailar. El triángulo Sevilla - Cádiz - Ronda, con centro en Jerez de la Frontera, fue el terreno propicio para asimilar los ricos elementos musicales implícitos en las diversas culturas que convivieron en Andalucía y se superpusieron desde el siglo VIII al XV después de Cristo.
Tenemos los siguientes elementos musicales en el folclore andaluz:
a) ModosJÓNICO y FRIGIO (dramático y cromático)inspiradores de la liturgia bizantina-griega, mantenidaen Córdoba hasta el siglo XIII por la Iglesia Mozárabe. Estaclase de música influyó mucho en el flamenco.
b) Primitivos sistemas musicales HINDÚES transmitidos por sirios y por el cantor y compositor de Bagdad llamado Ziryab. Estos sistemas musicales influyeron en el enharmonismo y en el estilo reiterativo y ornamental de algunos cantes, como la seguirilla de Curro Durse.
c) Cantos y músicas MUSULMANAS, introductores de la „gama oral“ (derivada de la chino-iraniana), y de la categoría musical de la medida. Huellas de esta música las tenemos en los así llamados melismas del flamenco. La fama es extraña al cantor popular. La influencia se mantuvo hasta el siglo XVII. El fandando andaluz y un buen ejemplo de esta influencia.
d) Melodías salmodiales y sistema musical judío entre el siglo IX y XV. La influencia en el flamenco de estas melodías la vemos en las seguiriyas y en las saetas (emparentadas con la oración hebrea „Kol Nidrei“).
e) Canciones populares MOZÁRABES, de tipo indígena, autóctonas andaluzas. Anteriores a estas canciones mozárabes son las cantigas de gaditanas. A este estilo de canto pertenecen las jarchyas. Mozárabes son también las zambras, tan caras a muchos califas cordobeses. Estos elementos muestran la convergencia en Andalucía de los más diversos influjos: orientales, helénicos, semitas, autóctonos, laicos, religiosos, sinagogales, inocaciones muezínicas, liturgias griegas, liturgias visigóticas, canciones cultas de Ziryab, melodías hindúes y persas, melopeas bereberes, jarchyas mozárabes, canciones irquesas de Achfa de Bagdad.
Hasta el siglo XV, la cultura musical arábigo-andaluza dio la tónica a toda la Península Ibérica.
El cante gitano.- No tenemos noticia alguna en el siglo XVII de la existencia de algún tipo de algo parecido al flamenco. El siglo XVII usa la palabra solamente para designar a los habitantes de los Países Bajos [Holanda]. El siglo XVII es es la fase preparatoria del cante flamenco, en él persisten los elementos de tradiciones musicales arábigo-andaluzas.
Los gitanos entran en el siglo XVI en Andalucía y se van aclimatizando entre los siglos XVI y XVIII. Las provincias de Sevilla y Cádiz, que aún conservaban un buen porcentaje de moriscos, fueron el terreno más propicio para ellos. Con los materiales musicales dispersos en los campos de Cádiz y Sevilla, entre la población campesina morisca y andaluza, los gitanos (buenos herreross) forjaron los primeros cantes flemencos, integrando en ellos las diversas tradiciones musicales que encontraron vivas en la población morisca de los campos bajoandaluces.
A esto aportaron los gitanos su poderosa capacidad para amalgamar diversos estilos y culturas. Venidos desde la India o el Pakistán, los gitanos recogieron a su paso por el sur de Europa diversos cantes de diversas culturas orientales. En Andalucía encontraron un folclore hermano, que les recordaba el suyo. Entonces, en su innata capacidad de asimilación, absorben cantos y danzas diseminados en el pueblo andaluz. Refunden elementos dispersos y crean o, mejor dicho, forjan algo completamente nuevo: el cante flamenco.
En su cante refundieron el tradicional sentido del ritmo y la danza de Cádiz. Las canciones campesinas de agricultures moriscos de Sevilla y Jerez. Resabios judaizantes, y todo el folklore orientalizado andaluz.
Los gitanos aportaron su apasionamiento, su sentido trágico de la vida, su tradición cantora, llena de reminiscencias hindúes, su nativo don del ritmo y, sobre todo, su arte supremo de la forja (en este caso, la forja musical).
El flamenco es pues el resultado de la forja de dos elementos: el gitano y el andaluz.
Hasta que no empezaron a cantar los gitanos por seguiriyas, soleares y romances, no se puede hablar de flamenco. Pero hasta que no llegan a Andalucía y se asientan en Sevilla y Cádiz, los gitanos no cantan nada parecido al flamenco. Y solamente los gitanos asentados en esta región cantan flamenco.
En resumen: ¿Qué es el flamenco? No se puede decir que los gitanos andaluces crearon el flamenco, si se entiende por crear: sacar de la nada. Los gitanos forjaron el flamenco amalgamando los materiales musicales del folclore andaluz que encontraron a su llegada con melodías y ritmos que habían recogido en su peregrinar desde la India hasta Andalucía.
Los gitanos crearon o forjaron, pues, los cantes básicos: Cante gitano Cantes básicos de la primera mitad del XIX Tonás Siguiriyas Romances o Corridas Alboreás Cantes básicos de la segunda mitad del XIX Soléa Bulerías Tangos Emparentados con estos cantes básicos están los demás cantes flamencos.
El flamenco tomó luego del fandango andaluz y del folclore regional e hispanoamericano elementos y „aflamencó“ varios ritmos. La evolución del cante flamenco Los siglos XV, XVI, XVII y XVIII significan para los gitanos marginación y reclutamiento. Los cantes se forjan en las fraguas, los hogares gitanos, las bodas y los bautizos.
A la subida al trono del rey Carlos III en el 1759, los gitanos adquieren carta de ciudadanía. Se les conceden los derechos civiles y comienzan a salir del anonimato. En siglo XVIII comienza a reinar en España la dinastía de los Borbones franceses. El pueblo reaccionó contra el „afrancesamiento“ de las clases altas y comenzó a rehabilitar la cultura popular, regional y marginal: resurge el folclore regional, se crean las modernas corridas de toros y se comienza a ver con nostalgia el pasado multicultural.
Los árabes, los gitanos son vistos como parte de la identidad nacional. Los gitanos comienzan a interesar a los españoles.
Segunda mitad del siglo XVIII: Durante la época de persecución de los gitanos, el cante no trascendió al exterior, era una especie de „underground music“. Una vez que se les concedió a los gitanos los derechos civiles, comenzaron a salir hacerse oír con su cultura y su música. En 1780 suena el primer nombre del cantaor flamenco que registra la historia: Tío Luis el de la Juliana (Jerez) al que siguió Francisco Ortega de Puerto Real, alias „El Fillo“ después vino El Planeta (de Triana), del que no conocemos el nombre. A éstos siguen Juan en Cueros, Juan de Dios, María de las Nieves, Perico el Gallego, Franco el Colorado, Luis el Cautivo, los „Pelaos“, etc. Con ellos entra el cante en su fase histórica. Del 1800 al 1860 es la fase hermética del flamenco. El cante jondo prospera en los hogares calés: en bodas, bautizos y fiestas domésticas.
Al margen de los cantes jondos, existen también en esta época los cantes andaluces que eran de dominio popular: fandangos, rondeñas, verdiales, sevillanas, temporeras, cantes de trilla, nanas. En esta época, el cante jondo tiene un carácter cuasisacral, nadie tenía noticias de su existencia. La siguiriya se emancipa de la toná con El Fillo y El Planeta hacia 1840. Los centros cantores eran: el barrio de Triana, en Sevilla; Cádiz; Puerto de Santa María; Sanlúcar; Jerez de la Frontera.
El cantaor gitano cantaba por la comida y la „convidá“ en fiestas, bodas y bautizos. Pasaba largas temporadas ya en un pueblo, ya en otro.
Entre 1800 y 1860, no hubo más cantaores flamencos que los gitanos. Del 1860 al 1910 es la época de los famosos Cafés Cantantes. Con Silverio Franconetti, creador del cante gitano-andaluz y propulsor de cafés cantantes, comienzan los cantarores especializados andaluces a cantar flamenco.
El romancitismo, y más tarde el modernismo, toman gitanismos y comienzan a interesarse por lo gitano-andaluz. Se forman cafés cantantes para dar a conocer el flamenco. El primero se había fundado ya en Sevilla en el 1840. Apenas había ciudad andaluza que no tuviera un café del cante. Se incrementan las soleares y las siguiriyas, desaparecen las tonás, las livianas, las deblas y las corridas. Comienza la clasificación del cante en cante jondo y cante menos jondo.
El cante jondo se dividía en cante grande y cante chico, según su amplitud y su profundidad de sentimiento. Había tonás grandes y tonás chicas. Como jondo se veía solamente la siguiriya, luego se extendió el calificativo de jondo a las soleares, cañas, polos y serranas. En esta época aparece un grupo de cantaores no gitanos. Los gitanos se andaluzan y los andaluces se agitanan. El primer cantaor no gitano es Silveri Franconetti, Su rival gitano fue El Nitri. A partir de ahora existirá ya el dualismo gitano <> andaluz.
Cantaores gitanos El Fillo Tomás El Nitri Manuel Cagancho El Loco Mateo Mercer "La Serneta" Enrique El Mellizo Diego Marruro Manuel Torre (1878-1933), uno de los más grandes cantaores flamencos de la historia Tomás Pavón, un gran purista Pastora Pavón, llamada "La Niña de los Peines" (1890-1969).
Cantaores andaluces Silverio Franconetti (1825-1893), creador del cante gitano-andaluz La Trini, Fosforito, El Canario, Antonio Chacón (1865-1929) De 1910 a 1936 tenemos la época teatral del cante flamenco. Esta época fue inaugurada por Antonio Chacón.
Durante la época de Franconetti, el cante puro gitano siguió imperando en las fiestas privadas. El corte brusco que provocaría un claro cisma entre gitanos y andaluces lo introdujo Antonio Chacón y la „chaconería“. Con él empieza la época teatral del cante Chacón no cultivó los canters básicos como la siguiriya, sino las malagueñas y los cantes levantinos. Aquí comienza la desviación del flamenco hacia el folclore y las creaciones personales. Chacón, para conquistar el escenario y el público fácil, comenzó a acercarse a la zarzuela (opereta española) y a la ópera. Su estilo tiene tanto de copla andaluza como de ópera italiana.
El estilo chaconiano introdujo las melodías dulces, los floreos, la falseta, frente a la voz bronca „afillada“ de los cantaores gitanos. Su voz atenorada le permitía gorgear. Los escenarios teatrales desviaron radicalmente todo: Se descendió de la altura de la malagueña chaconianas y la cartagenera a la truculencia del fandando, la frivolidad del cante indiano y la vulgaridad del cuplé.
El desprestigio del cante flamenco entre los intelectuales de 1890-1920 La adulteración del arte flamenco y las mistificaciones lamentables llevaron a un desprestigio del cante entre los intelectuales de la generación literaria de 1989. Así Ortega y Gasset llamará „ quincalla meridional fastidiosa“ al cante flamenco.
La rehabilitación del cante flamenco en 1922 La rehabilitación del cante flamenco fue obra del gran músico español Manuel de Falla (autor de „El amor brujo“, „El sombrero de tres picos“, etc.). Falla, junto con el gran poeta andaluz Federico García Lorca, organizaron en 1922 el Primer Concurso Nacional de Cante Jondo de Granada. Su intención era que no se perdiera la tradición del cante jondo gitano. Falla y Lorca vieron que el cante flamenco tenía entonces una gran influencia en la música moderna europea (Maurice Ravel, por ejemplo). Falla había sido discípulo de la escuela impresionista de música, de Ravel. Falla y Lorca creía que la gran cuna del flamenco era Granada, cosa falsa.
El concurso fracasó por creer los organizadores que el cante jondo estaba en el pueblo, cuando la tridición del cante jondo estaba ahora ya en manos de los profesionales, que no tuvieron acceso al concurso. El concurso no tuvo eco alguno y fue un verdadero fracaso. Lo que no vieron Lorca y Falla fue que la región de Granada pertenece a la periferia del cante jondo, que el centro del ver- dadero cante jondo está en el triángulo Sevilla - Cádiz - Jerez de la Frontera.
Primer Concurso Nacional de Cante en Córdoba, en 1956, y la creación de la primera Cátedra de Flamencología en Jerez de la Frontera. En 1955, Anselmo González Climent publica su obra „Flamencología“. Con ella surgió un grupo de investigadores que se dedicaron a estudiar los orígines y la evolución del flamenco; comienza la flamencología.
En los años sesenta, un grupo de flamencólogos funda la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera. Esta cátedra se dedica a organizar concursos nacionales de cante y a fomentar los estudios flamencos de forma más rigurosa.